viernes, 21 de agosto de 2015

Reforestando : 5 pasos para lograr el éxito

Por: Vicente-Gicela Moreno


En México está en curso uno de los programas más importantes para ayudar a la recuperación de nuestros ecosistemas: La Campaña Nacional de Reforestación 2015.
Su importancia es mayor cuando reconocidas organizaciones ponen la voz de alarma de que en México la tasa de deforestación era, tan solo para el  2009, de alrededor de 500 mil hectáreas al año, es decir, un ecocidio masivo desenfrenado.

En este tipo de campañas, debe involucrarse  la ciudadanía de una manera decidida para tener una mayor posibilidad de tener éxito en la  tarea de recuperar y/o mejorar el estado de nuestros sistemas naturales o ecosistemas, iniciativa que se ha llevado a cabo desde hace ya muchos años y que encabezan hoy en día importantes dependencias como la CONAFOR y la SEMARNAT. En la  reforestación, como en muchas otras áreas de la vida, pueden mencionarse casos de éxito completo y otros donde no se ha logrado el objetivo deseado (las mismas organizaciones hablaban de tasas de éxito de apenas el 10 %  en el 2009) de modo que hay regiones y poblados donde los árboles sembrados no se logran en su totalidad. ¿Cuáles son las causas de que esto ocurra?

 En Geovida quisimos hacer un paquete de consejos prácticos con el fin de ayudar a quienes  no pudieran o no tuvieran la oportunidad de recibir la orientación de los expertos forestales,  para que esta noble campaña obtenga los resultados que todos necesitamos que tenga.

1.- Elegir la especie de árbol apropiada y forma de siembra: Es más recomendable voltear a ver los árboles  nativos (aun los silvestres que para muchos podrían carecer de valor comercial) que existen y subsisten en el ecosistema del lugar y obtener cientos de ellos para poder sembrar en dicha área o región. Con ellos se tiene la ventaja de que son especímenes adaptados a las condiciones del lugar (aún las adversas). Ejemplo: sembrar mangles y palmeras en áreas costeras, pinos y encinos en zonas montañosas, guajes  y robles en zonas de llanura.

En cuanto a la forma de siembra, será importante no quitar el pilón o cepellón de tierra a la raíz de la planta, no cubrir el hoyo con  el material excavado de la hoyadura, si éste está duro y seco, sino con tierra más suelta que puede estar compuesta por una mezcla de arena, materia vegetal podrida y  tierra común (si el material excavado presenta estas características sí puede utilizarse), hacerle una terraza individual en áreas inclinadas, o retenes de piedra en áreas con cárcavas, sembrarlas en hoyos más enterrados en lugares de baja precipitación, etcétera.


2.- Época y Horario de la siembra: Lo más aconsejable es realizar la siembra con la temporada de lluvias corriendo o al principio de otra época húmeda como puede ser la de otoño-invierno para algunos lugares del país, eso nos garantiza que los arbolitos tendrán el suficiente aporte de agua, sobre todo en las semanas y meses iniciales. Al realizar la siembra es importante escoger el momento ideal y éste podría estar en los momentos en que la radiación solar no sea tan intensa, ya sea muy temprano o por la tarde cuando el sol va bajando , todo con el propósito de reducir el impacto de la radiación solar a las plantas antes de su siembra y después de ésta.

3.- Cuidar más allá de la siembra: La tarea de reforestar no termina con la siembra del árbol, de hecho apenas comienza, el árbol recién sembrado requiere de cuidados intensivos en la primera semana, luego en los primeros 3 meses y posteriormente a lo largo de los dos primeros años, al menos. Hay quienes siembran y dejan a su suerte a los arbolitos, siendo así como cientos de miles de ellos se pierden por falta de agua, por daños físicos, no superando muchos de ellos los primeros meses, ya que se dejan sin darles el mantenimiento que requieren, lo que ocasiona que se pierdan gran cantidad de individuos al morir por falta de cuidados, muriendo un alto porcentaje y sobreviviendo tan solo el 10 % del total sembrado [según lo señalado por Greenpeace en base a un estudio realizado por académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)].



4.- Riego y horario de riego: Como una parte muy importante del proceso de lograr el éxito de un arbolito sembrado, es el regarlo  con agua diariamente  en los lugares que son más secos o en los lugares sub-húmedos en donde se presenta una estación de seca (sea después del trasplante o como mantenimiento durante su etapa de crecimiento); éste riego debe hacerse, ya sea muy temprano o por la tarde cuando el sol va disminuyendo para evitar que se escape la humedad vía la evaporación y que ésta acción queme las raíces y cuerpo de la planta al reaccionar con el suelo caliente y con la planta misma que han estado expuestos a la intensidad de la radiación solar.

5.- Prevención y protección contra desastres: Cuando el árbol sembrado ya ha prendido y se está desarrollando (y ya estando desarrollado), deben tomarse medidas para protegerlos contra los desastres que los amenazan como son los incendios forestales, sequías, heladas, etcétera, y de esta manera  evitar que sean afectados por estos eventos que pueden amenazarlos seriamente hasta el punto de causarles la muerte si son demasiado severos. 



Una situación muy preocupante es la deforestación desmedida que está causando estragos en las poblaciones boscosas originales; es por ello que se instauró el Día del árbol, en el cual la CONAFOR-SEMARNAT pretenden este año 2015 reforestar 170 mil Hectáreas sembrando 190 millones de árboles, con la finalidad de restaurar las áreas afectadas por esta situación.

Referencias


Olmedo, Jorge. “Cada año se pierden 500 mil hectáreas de bosques y selvas”,  El Sol de México , sección El Mexicano.  31 de julio de 2009 http://www.oem.com.mx/elmexicano/notas/n1266654.htm [Revisado el 14/08/2015]

SEMARNAT. “Inicio de la Campaña de Reforestación 2015 ‘Día del Árbol’ ” http://www.semarnat.gob.mx/video/inicio-de-la-campana-de-reforestacion-2015-dia-del-arbol [Revisado el 14/08/2015]

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