Malos
hábitos ambientales que heredamos y heredamos
Por: Geovida A.C.
Ha llegado el nuevo año y con él el mes
de Enero, el mes de los Reyes Magos… mes de los niños. En este mes que se cumplen los sueños y deseos de muchos de
ellos, queremos hacer un alto para invitar a los adultos, a los papás de todos
los niños, a reflexionar sobre muchos hábitos y costumbres que nosotros hemos
recibido sin saber si son correctas o no, mismas que les estamos trasmitiendo a
nuestros niños, sembrando en ellos estas
incorrecciones y desatinos que siguen
creciendo y dañando nuestro ambiente, comprometiendo las condiciones de la naturaleza para su futuro.
El mejor regalo
Enseñando a los niños el cultivo de los arboles |
En este mes todos los papas se preocupan
más sobre qué le van a regalar a sus hijos con motivo del Día de Reyes. Los
niños hacen una larga lista de cosas, propias del consumismo en que vivimos
inmersos, de modo que un papá se preocupa por cuál juguete electrónico con
luces le comprará, cuál muñeca que habla o cuál elegante juego de cocina
obsequiará, o también, cuál celular o ipod
de moda será el mejor regalo para darles. La pregunta sería, ¿realmente es esto
el mejor regalo que les podemos obsequiar?, ¿un juguete les garantizará un
mundo más saludable en el cual vivir? ¿Les garantizará poder tener recursos abundantes
como aire puro, agua limpia, áreas arboladas, infinidad de plantas comestibles
y medicinales, infinidad de animales, entre tantos recursos más, de los cuales
poder disponer de manera ilimitada?
Obsequiarles cosas que les gustan a los
niños es algo bonito y no lo desestimamos, pero es importante no limitarse a
regalarles solo objetos de beneficio temporal sino complementarlos con
elementos que les ayuden a crear conciencia ambiental, elementos que les ayuden
a conservar sus recursos y poder disfrutar, tanto de ellos, como de todas las bondades que nos brinda la
naturaleza, elementos que les sirvan para el resto de su vida.
Niño conviviendo con la naturaleza |
Estos elementos importantes que
deberíamos preocuparnos en regalarles no son otros que conocimientos
y buenos hábitos, para poder entender y ayudar a la naturaleza, con lo cual
estamos sembrando las bases para una vida respetuosa con el ambiente y más sana
para ellos y para todos.
Costumbres y malos hábitos que heredamos
Desde niños, muchos adultos han crecido
siguiendo los hábitos y costumbres que nos enseñaron y vimos realizar a
nuestros padres, a familiares y conocidos adultos creyendo que por ser adultos
ellos estarían haciendo lo correcto, pero ¿realmente todas esas acciones y
tareas que nos enseñaron y que tienen que ver con la naturaleza y nuestro
ambiente, son correctas y dignas de trasmitirlas a los niños de hoy para que a
su vez ellos las trasmitan a los niños del futuro? Revisemos algunas de ellas y
seguramente varias de ellas te resultaran muy familiares.
- Tira la
basura lejos. Arrojar la
basura en otros lugares es un mal hábito que repetimos y enseñamos de
manera indebida. Si nosotros eliminamos la basura es para evitar un
problema de contaminación. No enseñemos a contaminar otros lugares
- Hay que
matar esa culebra. Los
miedos e ignorancia de las personas los hace creer que matar animales por
su aspecto es algo inteligente. Muchas culebras que conocemos no
representan peligro alguno dado que no todas son venenosas y sí cumplen
una función necesaria en la naturaleza como cazar ratones y controlar su
población. Aun siendo venenosas, éstas deben capturarse y reubicarse, no matarse.
- Vamos a
echar el drenaje al río, ahí no afecta a nadie. Es esta una de las mayores torpezas del hombre
civilizado. La solución más simple y comodina que tenemos es usar los
cuerpos de agua limpia (ríos, lagunas, mares) como vertederos donde
dirigir nuestros tubos de drenaje. Olvidamos que a mayor población mayor suciedad. Las
aguas de drenaje deben ser tratadas y limpiadas antes de devolverlas a los
cuerpos de agua.
- ¡Cuando
se acaban..hay muchos! Esta
barbaridad, propia de una filosofía barata, la hemos escuchado por varios
lugares cuando se cuestiona a personas, de distintas edades e instrucción educativa, por cazar y matar
animales cuyas poblaciones se han disminuido de forma alarmante o ya están
en riesgo de extinguirse. Reflexionemos que a mayor población humana menos
espacios para los animales de vida silvestre, a menos espacios menos
nichos y hábitats, y por tanto, menor cantidad de individuos. Ideas torpes
y nocivas como la anterior deben ser eliminadas. No es posible razonar
como individuos de la edad de las cavernas.
Más
malos habitos
Ejemplos claros de dos de las peores malas costumbres ambientales |
Aquí otro grupo más de esos malos hábitos y
costumbres.
- Voy a
quemar el monte para que quede limpio. Muchas gentes tienen arraigada esta pésima costumbre, cortar la maleza de un terreno
y quemarla cuando seca. Las plantas verdes, incluidas las malezas,
capturan de la atmósfera gases invernadero que son nocivos y los
convierten en sustancias organicas útiles. Si quemamos la maleza, liberamos
una cantidad mayor de gases nocivos: humo que contiene CO2, monóxido de
carbono y otros gases venenosos. Esta maleza sobre el terreno evita la erosión y al
podrirse se convierte en abono para el suelo. Pensemos y dejemos de lado
la flojera.
- Júntalo todo y échalo a la basura… Otra de las
pésimas costumbres. Qué triste es ver personas que revuelven restos de
comida con trastes desechables, servilletas, empaques de cartón, bolsas
plásticas, suciedades de mascotas, papeles del baño, pañales, toallas
sanitarias, cáscaras de frutas, maleza, etcétera, creando un coctel
asqueroso que resulta imposible de separar para su aprovechamiento, generándose
así la basura. Los desechos (“basura”) aprovechables deben separarse para
favorecer su reúso y reciclaje.
- Vamos a
quemar la basura para que no contamine.. Una idea absolutamente absurda y contradictoria.
Quemar “la basura” produce todo tipo de gases venenosos que podemos ver
desprenderse en forma de humo de todos colores, los cuales respiran todos
los que estén cerca, y aun los que están alejados, gracias al viento. “La basura” se separa
y lo que no es útil se confina en rellenos sanitarios. “LA
BASURA” NO SE QUEMA
- Usar el
WC como cesto de basura y descargar el agua para eliminarla. Otro pésimo hábito. Muchas gentes tiran papeles o cigarros en el
WC y para eliminarlos descargan 10 litros de agua limpia que se
desperdicia. Podemos fácilmente colocar un cesto de basura para depositar
todo eso, recogerlo en una bolsa y entregarlo al camión recolector de
basura. ¡Cuidemos el agua!
- Vamos de cacería, mira el trofeo que me saqué… Muchas gentes ven divertido y digno de orgullo el matar animales por el gusto insano de matar. Este gusto, realmente enfermizo, significa la pérdida y la extinción de grandes cantidades de especies animales. Las generaciones futuras tienen derecho a conocer y a aprovechar los beneficios que nos puedan brindar estos animales que están siendo asesinados. Animales tales como osos, venados, armadillos, rinocerontes, elefantes, aves distintas y otros, merecen subsistir y ser conocidos por las generaciones futuras en su ambiente natural, y no conocerlos en un muro (colgados) por halagar la vanidad de una o más personas inconscientes. Para poder ganar el derecho a una cacería (acción ya muy cuestionable) debemos criar los individuos en UMAS que repongan, de manera suficiente y más, a los individuos que se sacrifiquen, con el fin de mantener saludable a cada población animal; lo correcto es incluir a su depredador natural, que es el que cumple el papel de controlar su población, según el caso. La era del circo romano ya pasó. Razonemos.
Hasta aquí hemos logrado listar algunos
de los muchos malos hábitos que hemos recibido de nuestros antecesores y que
seguimos “cultivando” como si viviéramos en el medio virgen y abundante en el
que vivieron nuestros abuelos y tatarabuelos. En un mundo con tanta tecnología, con tantos medios para
informarnos e instruirnos, tenemos la obligación de corregir todos esos hábitos y costumbres
incorrectas y orientar adecuadamente a nuestros niños para que ellos sí hagan
lo adecuado y rompan con esa cadena de errores que se han venido heredando de
generación en generación.
Recuerda que en el futuro tus niños de
hoy te juzgarán cuando reciban los beneficios o sufran las consecuencias de lo
que hoy tú hagas.
Referencias:
Opiniones y sugerencias de fuentes
vivas.
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