Por: Vicente Moreno H.
El maíz,
junto con el frijol, el aguacate, el chile son alimentos de origen vegetal
orgullosamente oriundos del Nuevo Mundo (de América) y particularmente de
nuestro México.
Durante
siglos el maíz ha sido el soporte principal de la dieta del mexicano, y
eventualmente, de la de otras latitudes.
Los Agricultores mexicanos de diferentes épocas lo han cuidado y cultivado con
esmero, manteniendo activos sus ciclos y preservando el germoplasma. Todo esto
ha ayudado a la evolución y diseminación de esta noble gramínea, así como a su
aprovechamiento por parte de todos los grupos sociales.
El tatarabuelo maíz
Nuestro
país, México, se conoce como el centro de origen del maíz (Zea mays). El Centro de
Origen de una especie cultivada es aquella región donde se inició el proceso de domesticación de
dicha planta y donde se encuentran los parientes silvestres que dieron origen
a esta especie cultivable. En el caso
del maíz, existe una teoría filogenética
en el sentido de que éste surgió a partir de un pariente silvestre… el teosintle.
El Teosintle:
Planta, y su mazorca comparada con la mazorca de maíz
(imágenes: es.wikipedia.org y blogs.eluniversal.com.mx)
El
teosintle es una planta gramínea con
grandes similitudes genotípicas (conjunto de genes) y fenotípicas
(características visibles) con el maíz actual y se cree que pudo haber evolucionado
para dar lugar a éste gracias a procesos de selección e hibridación a lo largo
de unos 6 mil años. Estos procesos dieron lugar a una explosión abundante de
razas o subespecies de maíz, que se distribuyeron en diferentes regiones de
México y América.
Mejoramiento o Modificación
Es
importante aclarar la diferencia que existe entre el Mejoramiento Genético de
una planta cultivable y la manipulación transgénica; el mejoramiento genético
son los procesos de selección,
domesticación, las cruzas y la hibridación de especies, razas y variedades
diferentes, siguiendo cauces naturales. En el mejoramiento genético del maíz
destacan los cruces y retrocruces de razas
y variedades diferentes, así como también las hibridaciones (combinaciones de
líneas puras obtenidas del maíz que son
líneas específicas de plantas donde se han aislado caracteres muy especiales en
cada una), todo esto se logra gracias a la selección de los mejores caracteres
deseados, para lograr precisamente individuos mejorados pero siguiendo procesos
naturales; por su parte la Manipulación Genética es la modificación o
alteración de los cromosomas (donde se guardan los factores hereditarios o
genes) que se encuentran en el núcleo de las células de una planta (en este
caso), es decir se toma parte del material genético de un organismo y se
inserta en otro, cambiando las características genéticas del nuevo individuo y
cambiando su comportamiento. Toda esta tarea artificial se realiza en laboratorios gracias a la ayuda
de la Ingeniería Genética.
Amenaza transgénica
Mientras el
aumento de la población reclama de las instituciones de investigación y de la
iniciativa privada mecanismos y tecnologías que ayuden a obtener mayores tasas
de cosechas agrícolas con las cuales garantizar el abasto, las especies
cultivadas conocidas en nuestro país y los métodos tradicionales de cultivo que
garantizan la preservación del germoplasma nativo se ven seriamente amenazados,
al grado de enfrentarse a una eventual extinción, debido a enfoques y objetivos
mal encauzados donde lo único que importa es el interés monetario.
En el caso
del maíz en México, grandes compañías transnacionales han desarrollado
variedades de semillas con mejoras genéticas (producto de trasgredir las
barreras genéticas naturales entre especies distintas): el maíz transgénico. La semilla de este tipo de maíz se promociona
como auténticas maravillas, que ofrecen
mayor rendimiento por hectárea, resistencia a los herbicidas y a las plagas,
mayor tamaño de mazorcas, etcétera, (cualidades logradas gracias a la manipulación
anormal de los genes vía la Ingeniería Genética, en el caso de las llamadas semillas transgénicas).
Estas
bondades entrañan, sin embargo, serios riesgos para la pureza del germoplasma
nativo y para el libre uso de las producciones y semillas futuras.
Organizaciones
preocupadas por el cuidado ambiental, han dado la voz de alerta sobre el
aspecto legal, que crearía una interminable e inequitativa lista de demandas contra los productores
agrícolas locales por parte de las grandes multinacionales de las semillas.
Ecoosfera.com lo plantea así: “(…) Por si
fuera poco, las secuencias transgénicas están patentadas por lo que si un
agricultor presenta estas secuencias en su maíz, las que pueden llegar por
polinización (cruza entre un maíz transgénico con uno no transgénico), las
compañías que detentan la patente pueden demandarlo. De hecho, hay ya varias
demandas de compañías como Monsanto contra agricultores locales, que pasan de
víctimas de la contaminación, a acusados de plagio. Los juicios son costosos y
muy lejanos a la lógica y los recursos de los campesinos mexicanos. (…)”.
Contaminación, pérdida y qué hacer
Maíz
nativo (imagen: www.purepecha.mx)
Aparte de
este ya serio problema, existe otro igual de grave o peor: la pérdida de la
semilla nativa.
Muchos
programas agrícolas promueven el monocultivo exclusivo del maíz, en especial maíz mejorado, sin mencionar aún al maíz
transgénico. Los agricultores reciben la
instrucción de usar esta “robusta semilla” y el paquete tecnológico que debe
llevar (fertilizantes químicos,
pesticidas y uso intensivo de suelos y agua).
El efecto inicial de estos programas es el abandono y desplazamiento de
las variedades nativas del maíz, lo que lleva a que se pierda de golpe todo el
germoplasma en muchos lugares donde había perdurado por siglos.
Otro efecto
es que los campesinos, que durante años han cultivado tradicionalmente “la
milpa”, han experimentado como al haber
cambiado su semilla de cada ciclo por la prometedora semilla mejorada les ha dejado un solo ciclo productivo (buena
cosecha), pero la semilla que guardan para el siguiente ciclo (como es la
costumbre) ya no les produce mazorca con grano (solo les produce el follaje).
Con la
semilla transgénica se producirá además una grave contaminación genética de las
variedades nativas cultivadas (el maíz
criollo), esto debido a que el maíz se poliniza fácil y libremente en el campo.
Varios
sitios en el internet que promueven la defensa del maíz nativo, manifiestan
que, aparte de las protestas justas que se puedan emprender en favor de nuestra
agricultura tradicional y nuestro germoplasma nativo, también algunas de las medidas que podemos tomar son:
- No dejarse deslumbrar por las bondades de Programas y Semillas maravillosas (muchas de ellas hasta gratuitas en principio) y preferir la semilla criolla que hemos usado por generaciones, cultivándola a la usanza conocida y tomando solo aquellas innovaciones que no signifiquen riesgo para nuestra autonomía y tradición cultural.
- No ayudar a la propagación de la semilla que pueda contaminar la nativa, haciendo promoción de sus “grandes” atributos con nuestros conocidos y/o con nuestros agricultores.
- No comprar para nuestro consumo cotidiano este tipo de maíz transgénico.
Agregamos uno
de los enlaces sobre un análisis de las consecuencias del uso de maíz
transgénico en nuestros campos:
Referencias
1.- ____________, “Zea perennis”, es.wikipedia.org, s/fecha,
< http://es.wikipedia.org/wiki/Zea_perennis>,(8-julio-2014)
2.- ____________, “El Salvador: campesinos contra las
semillas "certificadas" “, ecositio – noticias ambientales
internacional,6-julio-2014, < http://noticias-ambientales-internacionales.blogspot.mx/>,
8-julio-2014
3.- ______________, “El maiz transgénico: ¿Qué es? ¿Cuáles
son sus consecuencias?”, 8 julio-2014, Ecoosfera.com,
<http://www.ecoosfera.com/2010/07/el-maiz-transgenico-%C2%BFque-es-%C2%BFcuales-son-sus-consecuencias/>,8-julio-2014
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